La calle Cruz Conde, la que en el futuro quiere el gobierno municipal que pase a denominarse como Kardo Máximo, llamará la atención de quien pasee por ella. Podrá ver que muchos de los comercios y establecimientos lucen carteles donde se indica que se traspasa el negocio. Que se traspase un negocio no es una novedad y no tiene porqué llamar la atención. Lo curioso de este caso se encuentra en la causa del traspaso. En esos carteles se dice que es “Por falta de luz en la calle”. Llama también la atención la razón con quien ha de contactarse, si se desea hacerse con el traspaso. Lo que pone en esos carteles es el Ayuntamiento de Córdoba. Todo ello resulta verdaderamente curioso para quien vaya por la calle Cruz Conde, a plena luz del día. Ha de preguntarse qué demonios ocurre en esa céntrica y emblemática vía cordobesa para que luzcan tales carteles en sus escaparates.
La respuesta la encontrará si cuando pase por Cruz Conde ya haya anochecido. La calle quedaría sumida en tenebrosa penumbra si no fuera por la iluminación que le proporcionan los propios negocios ubicados en ella. Entonces cobra sentido lo de que el negocio se traspasa “por falta de luz en la calle”. El alumbrado público allí es a todas luces insuficiente para espantar las sombras de la noche. Las razones de que Cruz Conde ofrezca un aspecto tan poco atractivo y, desde luego, no invite a pasar por ella son varias: árboles colocados en lugares inadecuados, la distribución de las farolas, una pobreza lumínica verdaderamente llamativa a la que contribuye la existencia de puntos de luz averiados. Tiene explicación que los propietarios de los comercios o quienes los regentan planteen su traspaso por causa tan extraordinaria. Se trata de una protesta en toda regla dirigida al Ayuntamiento que preside Ambrosio y tiene como principal escudero a García.
La forma de abordar el problema, como no podía ser de otra forma, ha sido la creación de una comisión. Es la fórmula que utiliza el que se llamaba gobierno de la gente para cuando menos retrasar “sine die” soluciones a muchos de los problemas que tiene la gente. Este es muy serio para quienes se ganan la vida con el comercio ubicado en dicha calle y, desde luego, una comisión no les parece la mejor de las soluciones. Más allá de emitir dictámenes tardíos, la experiencia demuestra que la mayoría de las comisiones sólo sirven para perder tiempo, malgastar recursos y posponer soluciones. Incluso ha ocurrido alguna vez que sus dictámenes contravienen la legislación vigente, según los propios servicios jurídicos del Ayuntamiento
Los comerciantes y afectados de la zona han rechazado esa posibilidad como fórmula para solucionar un problema de alumbrado público que está causando dgraves perjuicios a los negocios en los que es gente la que se gana la vida. Hacen bien en rechazar una comisión. No sólo porque la experiencia apunta a su escasa eficacia, también porque, con unas elecciones municipales en puertas, los afectados podrían ver como el problema se alarga hasta la llegada de la próxima corporación y hay cosas que no admiten demora.
Pueden comprobarlo haciendo una visita nocturna a la calle Cruz Conde o sus aledañas. La zona puede terminar convertida en un cardal -campo de cardos-, haciendo honor al nombre de Kardo Máximo con que piensan bautizarla.
(Publicada en ABC Córdoba el 30 de marzo de 2019 en esta dirección)